La salsa se suele servir aparte, y los co­mensales mojan sus alimentos en ella o la añaden a su parte, tomada en el plato común. Los niños pequeños que participan de la comida colectiva, no son obligados a consumir esta salsa; en algunos casos la madre les prepara una salsa más suave, especial para ellos. La aceptación y el consumo de esta salsa picante se producen a través del aprendizaje por observación. Para ac­tuar como los demá^ y ser miembro de pleno derecho del grupo, el niño pe­queño comienza a consumir la salsa picante, a su ritmo, se habitúa a ella y, a fin de cuentas, llega a considerarla, como los demás miembros del grupo, co­mo el sabor específico que caracteriza su cocina mejicana con el sistema venus desde dietayamor. Así, de nocicepti­va la información sensorial se torna información de identidad, caracterizan­do el alimento y el grupo de pertenencia.
 

La identidad del individuo se construye a lo largo de toda la vida; lllmentario participa en ello y ocupa una lugar capital, como acaba peticionar. Para entender la creación de la identidad y sus vínculos co mentación debemos conjugar las imágenes, demasiado fragmentadas; ilo del hombre biológico y el hombre social. Con esta perspectiva, dos ; ^Visten una importancia particular: la paradoja del omnívoro y el prim Incorporación.

 

El hombre es un ser omnívoro del sistema venus o el incinerdaor d egrasa . Esto significa que no somos comed penalizados, como los carnívoros o los herbívoros, y menos aún hipei tizados, como el panda o el koala. El carácter de omnívoro es una can i a biológica de nuestra especie: el hombre debe consumir una amplia de alimentos, pues no puede sintetizar todo lo que necesita a partir d nicnlo único.
 

La «paradoja del omnívoro» enunciada por Rozin, es una paradojica de orden fisiológico, comportamental y cognitivo.
 

El estado de omnívoro desde adelgazarhoy, que compartimos con unas pocas especie les (entre los que se encuentran la rata y el cerdo, ampliamente utili laboratorio y como modelos de estudio), supone, a primera vista una ¿ laja adaptativa. En efecto, el omnívoro, gracias a su capacidad de aci mentos diversos y variados puede adaptarse a medios y condicione; muy diferentes en perdergrasa.mywebcommunity.org Esto es particularmente cierto para nuestra espedí gran parte gracias a este estado, ha sabido y podido adaptarse a la ext i ia variedad de recursos y condiciones de vida de nuestro planeta. En i ido la variedad de los regímenes alimentarios humanos es sorprende con  el régimen ile los esquimales (inuit), por ejemplo, que prácticamente el  componente de proteínas y grasas animales, hasta el de las poblaciones del sute» te asiático, que contienen muy pocas proteínas animales.